Manejo de lesiones complejas de rodilla mediante cirugía artroscópica o mínima invasión, con corta estancia o ambulatoria. Tratamiento de reemplazo articular con cirugía asistida por computadora. Manejo específico de las patologias simples pero incapacitantes de la rodilla como osteocondritis, rodilla de saltador, tendinitis patelar, bursitis, etc.

Anatomía

La rodilla que es la articulación más grande del cuerpo, es considerada como una articulación en bisagra, ya que está diseñada para permitir flexión y extensión. La rodilla está formada por el fémur (hueso del muslo, la tibia (hueso de la pierna) y la rótula o patela (cúpula del frente). Cada hueso tiene una cubierta delgada de cartílago, llamado cartílago articular. La rodilla mantiene su estabilidad a través de una serie de ligamentos que actúan como bandas elásticas que permiten la movilidad mientras mantienen la orientación.

Además de los ligamentos cruzados y colaterales, la rodilla por su forma, necesita cuñas para hacer congruentes sus superficies y permitirles rodar durante el movimiento. Estas cuñas son los meniscos, que son cartílago especializado, flexible y resistente a la carga.Mediante la rótula, los músculos de enfrente del muslo y el tendón patelar se comportan como una polea, permitiendo la extensión de la pierna y su movimiento con la fuerza necesaria para levantar el peso del cuerpo y desplazarlo.

Para su nutrición, el cartílago y meniscos requieren del líquido sinovial, que se forma a partir de una membrana especializada que produce y reabsorbe constantemente el fluido lubricante y rico en proteínas, que además tiene función inmunológica, ayudando a la destrucción de detritos articulares y favoreciendo una respuesta de protección en las infecciones. Es la membrana sinovial.